martes, 20 de septiembre de 2016

La trata de personas, un negocio que mueve tanto dinero como el narcotráfico



Los múltiples operativos ordenados por la Justicia Federal en Puerto Madryn, volvieron a poner en la escena pública el flagelo de la Trata de Personas, una problemática que trasciende las fronteras nuestro país y región, sino que tiene alcance mundial. En el último año se practicaron varios operativos tendientes a combatir este tipo de delitos que son llevados a cabo por organizaciones criminales, pero que también tiene que ver con el componente social que consume dichas prácticas: ‘sin clientes no hay trata’, reza el lema de diferentes organizaciones que trabajan en visibilizar la problemática.
En el mes de agosto, la Brigada de Investigaciones de Trelew y la Policía Bonaerense rescataron a dos chicas de 11 y 14 años, en un operativo efectuado en el barrio Balvanera de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; las niñas, ambas oriundas de la localidad de Trelew, habían llegado engañadas a Plaza Miserere y se constató que habían sido obligadas a prostituirse, delito por el cual hay una pareja que permanece detenida.
Según estudios realizados por organismos dedicados al combate de esta problemática, “en la Argentina, la explotación de seres humanos recorre sin excepciones la ancha y larga geografía de nuestro país, en las que hay jurisdicciones más activas y eficientes en el tratamiento de los casos, que las mujeres son el 99 por ciento de las víctimas de trata sexual, que la aplicación de la ley penal se ha mantenido constante desde la sanción de la primera ley de trata en el año 2008, que resta mejorar en la investigación del aspecto patrimonial de las ganancias producidas por el delito”, entre otras cuestiones.
De acuerdo a información relevada por Naciones Unidas, el negocio de la trata de personas genera ganancias a nivel global por “32 mil billones de dólares”, una cifra equiparable a la alcanzada por el tráfico ilegal de sustancias en el mundo.

Dos casos durante 2015

Uno de los episodios ocurridos en Puerto Madryn tuvo lugar en junio de 2015, cuando una joven ingresó en el restaurante “Mr. Jones”, de la zona céntrica, diciendo que era víctima de una red de trata de personas y que había logrado escapar del prostíbulo donde la tenían retenida.
La mujer relató, al casi medio centenar de clientes que estaban cenando en el local gastronómico, que se había escapado del lugar donde la mantenían cautiva, para luego dirigirse a la zona de la Terminal de Ómnibus y tomar un taxi en dirección al centro.
A su vez, pidió que no se diera aviso a la Policía, pero a pesar de ello, intervinieron la Seccional Primera y la Comisaría de la Mujer, pero la joven terminó huyendo y no volvió a conocerse
información respecto de su paradero.
Desde el Juzgado Federal informaron que no habían intervenido en ningún caso de ese tipo, y lo mismo dijeron referentes de la Justicia local.
Meses más tarde, otra joven, oriunda de la provincia de Misiones y de 30 años de edad, escapó de un VIP donde dijo haber estado encerrada contra su voluntad y siendo obligada a prostituirse.
El lugar en cuestión estaba ubicado sobre la calle Villegas, y al escapar, la víctima abordó un remis, en el que se dirigió a la Comisaría de la Mujer para radicar la denuncia correspondiente, luego de lo cual se dio intervención a la Policía del Chubut y el Juzgado Federal.
Según se conoció, la mujer había venido a trabajar a Puerto Madryn, pero semanas después de su llegada había sido “encerrada” en un VIP, del cual finalmente pudo escapar.

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