En los predios agrícolas situados a la altura del kilómetro 7 de la ruta 226, a un lado y otro del camino denominado “El Chajá”, a unas veinte cuadras de esa ruta, la informalidad laboral y las precarias condiciones de vida eran la regla. Hasta allí llegó la investigación de la Fiscalía Federal Nº2, a cargo de Nicolás Czizik, que terminó con un allanamiento donde se encontraron nueve personas que eran explotadas laboralmente y los tres responsables de las quintas, una pareja y su hijo, fueron detenidos. Luego de las declaraciones testimoniales prestadas y la inspección realizada en el lugar por las autoridades judiciales, el juez federal Santiago Inchausti resolvió el procesamiento, sin prisión preventiva, de Severino Villarrubia, Cresencia Sánchez Orosco y Erwin Villarrubia Sánchez, por el delito de trata de personas con fines de explotación laboral, agravado por la cantidad de víctimas, por la participación de tres personas y por el abuso de su situación de vulnerabilidad.
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